Modric sienta cátedra

En una noche eterna, Modric cuajó una de sus actuaciones más memorables de blanco. En la retina de cualquier madridista aún perdura su espectacular galopada en el segundo gol, previa a sacarse de la chistera un balón a la espalda de la defensa para habilitar a Vinicius, antes de volver a recibir el cuero e. Fue un minuto absolutamente inexplicable de un futbolista que sigue agrandando sus registros. Porque los números reflejan lo importante que fue en

En el apartado de asistencias, dio una y media: la que le cotizará será la recientemente mencionada, ese balón entre una maraña de piernas que ya es historia del fútbol. La imagen de Benzema, rodeado de hasta seis jugadores parisinos y completamente solo dentro del área, era el retrato de un lienzo donde parecía imposible dibujar. Pero Luka se inventó ese balón y Karim hizo el resto. Sólo dos minutos después, tras perder el balón Gueye, empezó la jugada del 3-1 con el balón hacia Vinicius que el brasileño serviría hacia la frontal.

Sus números ofensivos son espectaculares. Dio 69 pases, uno cada 1' y 20 segundos, de los cuales acertó el 85% (sólo yerró en 10, la mayoría en la primera parte, cuando el Madrid caminaba por tramos de poco dominio y muchas dudas). Hay un dato que agranda el citado: de los 69 pases, 42 fueron en campo contrario, donde cosechó un acierto del 79%. Con el Madrid pisando campo rival en la segunda parte y avasallando, Modric fue el monopolio de la posesión, el eje por el que todas las acciones pasaban.

En lo que a unos contra unos se refiere, también sacó un sobresaliente, ganando 11 duelos en total. Intentó jugar siempre que pudo, pues en 90 minutos sólo despejó dos balones. En materia defensiva hay una estadística espectacular: tuvo un 100% de acierto