Misión: acoger en Barcelona a la selección de Ucrania cadete
El legado de Francisco Javier Marcet, jugador del Real Madrid, leyenda del Espanyol e internacional por España, permanece. Desde la Fundación Marcet, que lleva su apellido, preservan sus valores –«la triple H, humanidad, honestidad y humildad», dicen– en el terreno de juego y fuera de él. Como en la acción promovida por sus descendientes, de hijos a nietos, y que tiene la invasión rusa en Ucrania como detonante. Una misión humanitaria que partía este lunes de Barcelona, llegaba este martes a Polonia y cuenta con objetivos a largo plazo.
La pretensión de la Fundación Marcet es acoger a toda la selección ucraniana de categoría cadete, para lo cual ya se han puesto en contacto no solo con el consulado de dicho país en la Ciudad Condal sino también con la federación de fútbol de Ucrania. «El objetivo actual es reunir a toda la selección para que vengan a Marcet, se integren en nuestro programa y puedan seguir hasta donde se pueda con su día a día, con los entrenamientos, con las competiciones internacionales. Que tengan una vía de escape a todo este horror», explica a AS Javier Marcet, uno de los nietos del mítico futbolista, metidos todos en la causa.
Con la ayuda del reconocido abogado José María Fuster Fabra y el asesoramiento de José María Asencio, juez y escritor implicado en la asistencia al pueblo ucraniano desde que comenzó la invasión, los Marcet ya han enviado un convoy hasta Polonia, cerca de la frontera, que consta de un autocar de 30 plazas y una furgoneta, repletos material sanitario y de primeros auxilios, así como más de un millar de chalecos antibalas, tal como les había solicitado el consulado entre los suministros urgentes.
El 'patriarca' de la Fundación Marcet fue el añorado Francisco Javier Marcet,