Milagro con polémica

Los cuartos de final de la Champions League tendrán tres equipos españoles. Real Madrid, Atlético de Madrid y Villarreal han certificado en una semana de ensueño su presencia en la próxima ronda de la máxima competición continental. La empresa no era fácil: los blancos llegaban con desventaja al partido de vuelta, y tanto los rojiblancos como el Submarino tenían que vencer a domicilio para clasificarse.

Lo que parecía una utopía tras los partidos de ida, el pleno de clasificaciones, este miércoles se hizo realidad tras la goleada del Villarreal en el Juventus Stadium. La semana pasada, el Real Madrid había marcado el camino con una épica remontada en una media hora que entra de lleno a la historia madridista, y este martes el Atlético de Madrid se imponía en Old Trafford ante su bestia negra: Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, estos siete días de grandes victorias no han estado exentos de polémicas. La primera y, quizás, la más grande por repercusión y consecuencias tuvo lugar en el Santiago Bernabéu. El París Saint-Germain llegaba al minuto 60 de la vuelta con un 2-0 a favor en el marcado global. Un error de Donnarumma, que regaló el balón tras una presión de Benzema, fue la mecha que prendió la llama de la remontada madridista.

Los parisinos reclamaron falta, el árbitro no la concedió y el gol del propio Benzema fue el inicio del fin para el PSG. Tras el partido,. El presidente del club francés perdió los papeles después del pitido final y bajó desde el palco dando golpes y gritando hasta llegar al vestuario de Danny Makkelie, colegiado del encuentro. «Mostraron un comportamiento agresivo e intentaron entrar al vestuario de los árbitros. Cuando el árbitro les pidió que se fueran, bloquearon la puerta y el presidente golpeó