Messi ya no desafía a Messi
Aritz Gabilondo
París. Es inútil tratar de difuminar la grandeza de Messi. Hace sólo siete meses estaba ganando la Copa América y hace dos, el Balón de Oro. Messi sigue ahí, no es pasado. Pero la realidad es que en París parece haber perdido estímulos. Leo siempre luchó contra sí mismo, contra los récords. Cuanto mejor era, más quería. En París todo eso ha desaparecido. No hay referencias. La liga la ganarán, y entre meter 10 ó 15 goles da lo mismo. Sólo la Champions le motiva. Lo demás...
Dudas. Bajan las aguas revueltas en el PSG. La eliminación en Copa ante el Niza deja a Pochettino contra las cuerdas. De seis títulos dirimidos con él en el banquillo, los parisinos han conquistado dos. Permanecen en blanco esta temporada y ya optan sólo a Champions y Ligue1. En el fútbol no hay nada asegurado, ni siquiera el dinero asegura ganarlo todo. Por eso estas semanas serán cruciales para Pochettino. Mañana visitan al Lille y en diez días reciben al Madrid. Todo o nada en París. O éxito relativo o fracaso rotundo.
Revolución. Comenzó el Mundial de Clubes con el tradicional partido random que mide al anfitrión con el campeón de Oceanía. Suena a poca cosa, pero fue histórico. En él se utilizó por primera vez el fuera de juego automático. Hasta en tres ocasiones intervino, las tres con acierto. La tecnología es capaz de precisar la posición exacta del rematador y del último defensor. Un Ojo de Halcón que supone una revolución en el fútbol. En unos días debutan Palmeiras y Chelsea, los grandes favoritos a ser campeones mundiales.
Hola Qatar. Es tan cambiante esto del fútbol que la fase de clasificación del Mundial se convierte en toda una vida. Colombia la arrancó con Queiroz, que fue despedido y reemplazado por Rueda, quien a su vez