Mbappé no tiene techo

Si Kylian Mbappé no es, actualmente, el mejor jugador del mundo, debe estar muy cerca. El internacional francés, como viene siendo habitual, le salvó los muebles a Pochettino en una exhibición individual de la que ya no es noticia que se produzca. El PSG venció 3-1 al Saint-Étienne en un partido áspero, sobre todo por la primera mitad de los parisinos, pero que se decantó por el imperial talento individual del actual líder de la Ligue 1.

Obligado a rotar por la acumulación de tarjetas amarillas y por las lesiones de Paredes y Achraf, este último a última hora, aunque su presencia ante el Real Madrid no peligra, Pochettino volvió a ser fiel al 4-3-3 que lleva implantando desde principios de temporada. Messi, Neymar y Mbappé salieron de inicio por última vez antes del encuentro del Santiago Bernabéu (el internacional francés cumple ciclo de tarjetas ante el Niza) y Kehrer cubrió en el lateral derecho la baja de Achraf.

El PSG sigue siendo un enigma en la Ligue 1. Desde su versión más convincente de la temporada contra el Real Madrid, los parisinos han pasado del éxtasis a la relajación en sus dos últimos encuentros en el campeonato doméstico. Lo de Nantes fue un accidente y lo de Saint-Étienne en la primera parte, también, pues tiene una holgada distancia de 13 puntos respecto al segundo clasificado. Les Verts dieron la sorpresa nada más comenzar la contienda con un tanto de Bouanga, que fue una pesadilla para Kehrer durante los compases iniciales.

El PSG sabe que puede permitirse el lujo de jugar así en la Ligue 1, porque aun en los días como hoy en los que realiza malos partidos, sigue sacando ventaja en situaciones aisladas. Hoy volvió a ser Mbappé, que se nutrió de un extraordinario pase de Messi para empatar el partido