Lucas y Rodrygo, desaparecidos

Todo cambió el 6 de febrero, que derribó los cimientos del Granada… Y decantó la batalla de la banda derecha. El balear, desde entonces, se ha hecho indiscutible donde nadie lo era desde hace mucho tiempo, siendo sido titular los tres partidos posteriores: Vila-Real, París y Alavés, en casa. Su rostro de enorme felicidad es la cara de una moneda con dos cruces, Lucas Vázquez y Rodrygo. Ambos han pasado de la rotación -y en ocasiones la primera plana- al ostracismo futbolístico. Del protagonismo al reparto. De más a menos; tanto, que desde aquel 6 de febrero ninguno ha vuelto a ser titular.

La irrupción de Asensio es el fenómeno madridista del momento. Amparado en su extraordinaria pegada, está decidiendo partidos y eso vale oro. Incluso cuando no brilla, como ante el Alavés, es capaz de inventarse un trallazo y demoler murallas. Poco antes de su minuto de gloria, caprichos del destino, pudo ser villano con una cesión horrenda hacia Courtois que, tras regatear al portero, no fue capaz de convertir Pere Pons. Pero al final apareció su zurda, esa que Ancelotti pide -casi implora públicamente- que suelte con más frecuencia. Que deje de lado la timidez y no tenga vértigo a intentarlo, aunque se equivoque. Asensio es el jugador de LaLiga que más goles marca desde fuera del área (3), junto con Guedes (Valencia) y Luis Suárez (Granada).

Y Rodrygo, su sano competidor, fue parte del once contra el Granada y testigo directo de como Asensio le apretaba la mano en el pulso hasta hacerla temblar, rozar la mesa. El brasileño, presente siempre aunque sea con unos pocos minutos, no ha terminado de afianzarse en el once. De las 25 jornadas de Liga, sólo ha sido titular en siete. Sus números le merman: únicamente lleva dos goles en 31