Los Jazz acentúan su crisis

A perro flaco, todo son pulgas. El caso de los Jazz no es tan fiel a la expresión, porque hablamos de un equipo con una plantilla bien construida y que suma muchas victorias a lo largo del año, pero se puede decir que está en un momento en el que es absolutamente endeble. Las derrotas no son los único, claro, en situaciones en las que el mundo se pone boca abajo para ti no es sólo un problema el que suele desencadenar una crisis. Es por lo que está pasando Utah, es una crisis. Del tamaño que se elija, pero una crisis. Un conjunto construido para pasar la regular season sin problemas y que esta temporada estaba demostrando, hasta el cambio de año, que cumplía a la perfección con el encargo. Es otra historia el momento de los playoffs, pero iban sumando victorias que son necesarias para darse tranquilidad. Ahora no llegan ni a eso.

El último ejemplo lo tienen en Phoenix ante los Suns, los subcampeones de la competición, y haciendo un buen papel; Chris Paul tuvo que aparecer, al igual que le ha tocado en otros partidos, para rescatar a los suyos. 115-109 acabó el encuentro. Tocó remontada en Arizona por el arranque de rabia de los de Quin Snyder y que, para seguir la línea que vienen pisando, no les valió para vencer. 

Y es que no sólo de lo que se ve en pista puede vivir alguien para calificar la situación de los Jazz de crisis. Se entiende mejor añadiendo que tienen varios jugadores que ni siquiera pueden pisar la pista. Para este encuentro no estaban los cinco titulares habituales y, además, el incombustible Joe Ingles. Gobert se hizo daño en el gemelo en el anterior partido y se unió a otras bajas, como las de Mitchell por conmoción cerebral, O'Neale y Conley (rodilla) o Bogdanovic por una fractura en un dedo de la mano