Los dos avances decisivos de las vacunas para acabar con la pandemia
Casi dos años después de que la COVID se propagara a nivel mundial y se convirtiera en pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con diez vacunas aprobadas y veinte fórmulas autorizadas localmente en algunos países. No obstante, existen otras 170 que se encuentran en desarrollo clínico y 194 en desarrollo preclínico, según la propia OMS.
Estas inyecciones han conseguido disminuir la gravedad y mortalidad del virus, pero no han acabado con él. Sin embargo, gracias al mayor conocimiento actual sobre el virus y sus mutaciones, los científicos han realizado dos avances para las próximas vacunas que pueden ser cruciales para el fin de la pandemia.
Una vez controlada la gravedad y la muerte, el mayor reto actualmente es el de evitar los contagios. Uno de los métodos que podría conseguir esto es administrar la vacuna por vía intranasal; es decir, por la nariz. Amílcar Pérez-Riverol, biólogo molecular, ha explicado a que estas inyecciones actuarían de forma local en la nariz, los pulmones y el estómago, induciendo una segregación de anticuerpos de inmunoglobina A (IgA) y dificultando la entrada del virus.
Además, brindaría otra capa extra de protección, la de "las células B y T de memoria residentes en la mucosa respiratoria", según el artículo 'Aroma de una vacuna', publicado en agosto en la revista. Estas células perduran en el tiempo y son capaces de reconocer al virus y atacarlo si vuelve a entrar en el organismo. Si superan la primera barrera, la segunda (la de las células B y T) responde rápidamente, «impide la replicación viral y reduce la propagación y transmisión».
Actualmente existen ocho proyectos de vacunas intranasales contra la COVID reconocidos por la OMS, uno de ellos, el de la empresa biotecnológica