Las cuentas del Everton se tambalean

El Everton ha publicado sus cuentas anuales correspondientes al curso 2020-21. Una temporada aciaga tanto en lo deportivo como en lo económico para los del Merseyside, cuyo déficit asciende hasta los 120,9 millones de libras, que con el tipo de cambio actual son 145 millones de euros. Pero los números rojos se agravan si se tiene en cuenta el curso anterior, y es que según las cuentas del equipo toffe, el COVID ha provocado pérdidas por valor de 170 millones de libras, o lo que es lo mismo, 204 millones de euros.

El impacto de la pandemia ha sido calificado como «dramático» por el club inglés que, sin embargo, ha registrado en esta campaña unos ingresos récord de 231 millones de euros. Es la nota más positiva del balance anual del Everton, que se sostiene gracias a la financiación de su máximo accionista, Farhad Moshiri.

A lo largo de los últimos años, Moshiri ha desembolsado más de 600 millones de euros en el equipo de Liverpool. Su financiación garantiza la sostenibilidad del Everton a largo plazo, como insisten desde la entidad, que tiene comprometidos con su propietario otros 600 millones para acometer la construcción de su nuevo estadio.

En los dos últimos años, las inyecciones de Moshiri habría aportado más de 236 millones de euros de sus fondos personales, como informa The Telegraph. Este movimiento le habría permitido aumentar su participación en la sociedad hasta el 94,1%. Una empresa en horas bajas, más aun, después de la sanción del gobierno británico a su principal patrocinador, Alisher Usmanov, por sus estrechos vínculos con el Kremlin.

Dicha sanción obligó al Everton a suspender sus acuerdos de patrocinio con Usmanov, lo que supone una caída adicional de la facturación anual valorada en 25 millones de euros,