La moción de censura del remo se incendia con los viejos insultos del candidato en redes

La Federación Española de Remo es un polvorín. Nada hacía pensarlo hace sólo seis meses, cuando era reelegida presidenta con 54 votos a favor, 9 abstenciones y un nulo. Ni tampoco cuando se repasan los resultados deportivos durante su etapa en el cargo, desde 2018, con tres diplomas olímpicos, medallas mundiales y europeas, … O incluso el balance de su gestión económica, que ha logrado convertir las pérdidas anteriores en números positivos.

Nada de ello ha frenado a un grupo de opositores, varios de ellos los mismos que la apoyaron hace medio año, para presentarle que se resolverá el próximo 9 de febrero en Banyoles (Girona). La maniobra viene oficialmente avalada por un 70% de los asambleístas, 53 de 75: 6 de los 11 presidentes autonómicos, la totalidad de los delegados territoriales, 12 de los 14 deportistas… Alegan «disconformidad con la gestión”, “deslealtad a los votantes”, “la falta de rumbo y proyecto”.

La moción tiene aparentemente visos de prosperar, aunque todavía puede haber un vuelco en favor de Loriente. Muchos de los asambleístas han descubierto estos días que el movimiento sólo busca “cuotas de poder que no han sido atendidas”, según fuentes cercanas al proceso, liderado por el presidente de la Federación Gallega, José Manuel Seijas Galán, un directivo aferrado al cargo desde hace cuatro décadas, excepto un periodo en el que fue inhabilitado por la Xunta por no convocar asambleas generales durante tres cursos.

Otra razón que hace titubear a la dividida familia del remo, y que ha inundado también de inquietud al Consejo Superior de Deporte (CSD), es el polémico perfil del candidato a la presidencia presentado por el grupo discrepante. Se trata del abogado José Agustín Gómez-Raggio, cuya vinculación con este