Kubo vuelve a la pasarela

, respectivamente, con diez años. Venían acompañados de unas familias convencidas de que Europa les abría un futuro deportivo mucho más esperanzador que Japón o Corea. El fútbol de última generación estaba aquí. Esa práctica, hoy prohibida por la FIFA, era costumbre extendida entre los clubes europeos, muchos de ellos castigados por vulnerar la legislación sobre menores. Aquellas dos promesas de lujo asiático juegan hoy en el Mallorca y no son siquiera futbolistas principales en la plantilla, prueba de que el viento desvía disparos presuntamente certeros en el fútbol ().

Take Kubo es, según datos de inteligencia artificial registrados por Olocip, el octavo jugador del Mallorca por rendimiento y ofrece peores datos que los de hace dos años, En ese bajón pesan, sin duda, los dos meses que pasó lesionado en una rodilla y que le dejaron fuera en ocho partidos. Solo en uno de ellos pudo ganar el Mallorca.

Había pasado en el Barça tres temporadas antes de que la FIFA le obligara a regresar a Japón. Cumplida la mayoría de edad, el club blanco le ofreció mejores perspectivas. Casi tres años después, su zurda de seda no ha acabado de convencer ni en Mallorca, ni en Vila-real, ni en Getafe. Con contrato hasta 2024, el Madrid para inscribirle la próxima temporada y no exceder el cupo de extracomunitarios. El asunto no está decidido. Kubo, hasta ahora, solo ha dado dinero. Costó dos millones y los préstamos le han dejado al Madrid más del doble. Para él, el partido es una pasarela. Ya ha desfilado por ella cinco veces (una victoria, dos empates y tres derrotas) y se ha quedado solo en los detalles.

Kubo, en un entrenamiento del Mallorca.MIQUEL A. BORRAS

Aun así, le ha ido mejor que a Kang-in Lee, que no ha sido titular desde el 2 de