Karrikaburu permite soñar al Sanse

Jon Karrikaburu tiene alma de panzer. Un delantero que vive por y para el gol, con un futuro esperanzador y un presente brillante. Y solo tiene 19 años. Suma ya nueve goles en su prematuro estreno en el fútbol profesional, en la siempre complicada Segunda división. Es el futuro ‘killer’ de la Real Sociedad. Pero mientras llega su momento en el primer equipo, que llegará más pronto que tarde, ayuda a base de goles a su filial a conseguir la permanencia. Porque su doblete contra el Sporting de Gijón permite seguir soñando con el milagro al Sanse, que logró su tercera victoria consecutiva y se coloca a solo cuatro puntos de la salvación. Hace un mes estaba a diez y nadie daba un euro por los potrillos de Xabi Alonso. Ahora nadie duda de que sí puede salvarse. Su triunfo de rebote condena al Sporting a meterse de lleno en el lío del descenso con su tercera derrota consecutiva. Al final, se cumplió el dicho para los dos. No hay dos sin tres. Victorias para el Sanse. Derrotas para el Sporting. El cambio en el banquillo con la llegada de Pep Martí apenas ha tenido efecto.

El gol que decidió el partido llegó en el tiempo de descuento, y no sin polémica. De esas que exasperan a los que la sufren porque te echan por tierra todo el trabajo realizado durante los 90 minutos anteriores. Un saque de esquina del Sanse es rematado por Olasagasti y pega en el brazo de Ramírez, que tiene un poco despegada la mano del cuerpo, aunque en una posición que parece natural. Pero el colegiado entiende que no, que está lo suficientemente despegada como para señalar penalti, quizá porque la trayectoria del remate del jugador de la Real iba hacia la portería. La sensación es que el brazo está igual de despegado que en la famosa acción de Jordi Alba