Kalashnikov KUB, los drones suicidas que usa el ejército ruso en Ucrania

Kamikaze, en japonés «viento divino» o «viento espiritual») es el nombre dado a una unidad especial que formaba parte de las Unidades de Ataque Especial japonesas de aviadores militares, que volaban en ataques suicidas para el Imperio de Japón contra buques navales aliados en las últimas etapas de la campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial. Su intención de existir era para destruir buques de guerra de forma más eficaz que con los ataques aéreos convencionales, siendo básicamente misiles dirigidos por pilotos humanos. Unos 3.800 pilotos kamikaze murieron durante la guerra, y más de 7.000 miembros del personal naval murieron por ataques kamikaze.

80 años después, la táctica kamikaze -palabra que ha pasado al uso cotidiano- en los conflictos bélicos sigue igual, sólo que la tecnología actual permite que no tenga que haber un soldado a bordo. Hoy día se usan drones como estos UAV kamikaze del ejército ruso.

Envueltos en una guerra de varias semanas ya que debería haber sido una conquista ‘rápida’ solamente, el ejército ruso está viendo cómo el ejército y la Resistencia ucraniana les están plantando cara. Y para ahorrar en armamento más costoso y valioso -los misiles, las tropas de Vladimir Putin están recurriendo a realizar bombardeos mediante drones ‘suicidas’.

Se llama Kalashnikov KUB. Está diseñado por la filial ZALA Aero del mítico fabricante ruso de armas Kalashnikov -autor de una de las armas más usadas desde el siglo XX. Se trata de un dron o UAV (vehículo aéreo no tripulado) con un sistema UAS para volar, capaz de alcanzar una velocidad máxima de unos 130 kilómetros por hora, una resistencia de 30 minutos y una carga explosiva de 7 libras (3,17 kilos) contra "objetivos terrestres remotos".

El fabricante