Jerry West, contra los Lakers: "Nuestra relación es horrible"

La relación entre Jerry West y Los Angeles Lakers, que tanto éxito supuso para las dos partes, no pasa por el mejor momento. Ni siquiera por uno bueno. La leyenda, cuya silueta es el logo de la NBA, ha declarado recientemente en  su enemistad con la franquicia para la que actuó de todo: vicepresidente, directivo, jugador y entrenador. 

«Mi relación con los Lakers es horrible. Es una de las cosas decepcionantes de mi carrera», dice en una retrospectiva de su vida preparada por el periodista Sam Amick. «Todavía no sé el porqué. Al final, cuando echo la vista atrás, digo: 'Bueno, quizá tendría que haber jugado en otro equipo en lugar de los Lakers, un lugar en el que al menos apreciaran cuánto les diste y cuánto les importabas'. Me quedo con que jugué para compañeros y aficionados, no para la franquicia», añade.

West había desvelado hace unos meses en la web oficial de la NBA que a su mujer y a él les habían retirado sus abonos vitalicios para ver a los Lakers, un trato al que había llegado con Jerry Buss, en el ya antiguo Staples Center: «Nos lo dijeron en una fría llamada al teléfono de ella. Nadie tuvo las agallas de llamarme. Pero así de mezquinos son, ¿no?». Se le pregunta también si esta relación se puede arreglar de alguna forma y él toma una postura radical: «No, ya es muy tarde». 

Jerry West tiene numerosas condecoraciones como jugador de la NBA. En los Lakers estuvo 14 años y también 14 fueron sus apariciones en el All-Star. Tiene el dudoso honor de ser el único jugador de la historia que ha sido MVP de unas finales, las de 1969, sin llevarse el título. Sí logró ser campeón tres años después, en 1972, ganando a los Knicks. Promedió 27 puntos durante sus partidos de fase regular en la NBA y por razones como éstas