Iniesta, ante su reto más complicado en Japón

Tras acabar la pasada temporada en tercera posición y clasificarse para la AFC Champions League por segunda vez, Vissel Kobe arrancó un nuevo curso con la esperanza de hacer historia. Sin embargo, el equipo japonés está protagonizando un nefasto inicio de campaña, lo que ha propiciado que ya sean tres los entrenadores que se han sentado en su banquillo. El primero fue Atsuhiro Miura, quien llevó a Vissel Kobe a unas semifinales de Champions en 2020. A pesar de clasificar nuevamente al equipo para el gran torneo continental, el nipón fue reemplazado después de no lograr ningún triunfo en las siete primeras jornadas de la J-League. Su puesto lo ocupó de manera interina el español Lluís Planagumà, quien dio paso al fichaje de Miguel Ángel Lotina. El vasco debutó frente a su exequipo, Cerezo Osaka, pero tampoco pudo obtener un resultado positivo (0-1). «Nos servirá para mejorar en el futuro», dijo Lotina tras el encuentro.

Un futuro en el que espera, nada más y nada menos, que la Champions League asiática. El Vissel Kobe, con Andrés Iniesta a la cabeza, viajó a Tailandia para disputar cuatro partidos en apenas 14 días -eran seis, pero el equipo chino Shanghai Port se retiró de la competición por la Covid-. Kobe disputará el torneo con la responsabilidad que supone representar a tu país a nivel continental, pero también con el objetivo de volver a la senda del triunfo y que la dinámica se vea reflejada más tarde en liga. «Tenemos que cambiar la mentalidad y usar la Champions para cambiar la tendencia. Trabajaremos juntos para conseguirlo», aseguró Iniesta tras caer ante Cerezo Osaka. El centrocampista español se encuentra ante uno de los grandes retos de su carrera como futbolista: nunca ha luchado por eludir un descenso, y