“Hemos trabajado mucho su físico, Alcaraz antes era como un espagueti”

para analizar el salto a la primera plana del tenis de su pupilo Carlos Alcaraz. El que fuese número uno del mundo y campeón de Roland Garros 2003 repasó cómo fueron sus inicios con Carlitos y el trabajo realizado con él para llegar a ser el tenista que es.

Ferrero cree que su experiencia le puede ayudar a Alcaraz a lidiar con situaciones difíciles en el circuito, aunque admite la dureza de los Grand Slam. “El hecho de que haya vivido todas estas situaciones me hace darme cuenta de cómo se siente y cómo manejar estas situaciones. Ganar un Grand Slam es muy duro. Es competir contra los mejores en su mejor forma en partidos largos. Necesitamos trabajar, centrarnos en nuestro trabajo y dejar que todo el ruido a su alrededor no le afecte. Como le suelo decir: él aún no ha igualado los logros de nadie”.

El técnico también analizó qué cambios han realizado en Alcaraz desde que decidió apostar por él, unos cambios que han repercutido tanto en el físico como en el orden del tenista de El Palmar. “Hemos trabajado muchos su físico porque antes, como suelo bromear a veces, antes era como un espagueti. También hemos trabajado todos los golpes y hecho especial énfasis en su selección de golpes. Tiene mucho talento y necesita ordenar todas las opciones que tiene mientras golpea. Ser ordenado fuera de la pista ha sido importante para trabajar también. Para ser uno de los mejores, necesitas hacer ese esfuerzo”.

Ferrero también reveló cómo empezó su aventura con Alcaraz. “Vino a jugar varios torneos que solíamos celebrar en la academia. En ese momento ya tenía un gran nivel y algo diferente. Pero era débil físicamente y no tenía ningún orden jugando. Pero su derecha tenía algo especial y pude ver que tenía mucha diferencia con los otros. Ya