Hazard fue un espejismo

Eden Hazard pareció resucitar por un momento, pero una vez más quedó claro que todo fue un espejismo. El jugador belga encontró al fin el camino del gol en el duelo copero del Real Madrid en Elche, el pasado 20 de enero; un tanto fundamental para que el Madrid siguiese vivo en Copa, culminando una remontada en la prórroga con una acción esperanzadora: desmarque estupendo a la espalda de la defensa, buena punta de velocidad y cambio de ritmo para dejar atrás al portero y definición pausada desde lejos, con su pierna mala.

Su único gol de la temporada, al que añade dos asistencias, y por el que Carlo Ancelotti mostró una satisfacción genuina: "Hazard e Isco (el autor del otro gol de la remontada) han ganado el partido. Tenemos que destacar esto. Tiene un significado esto, que puede ser que merezcan jugar más. El pasado es pasado, sé que puedo contar con ellos. Tengo una plantilla que tiene de todo. Nunca se rinde, tiene un carácter extraordinario. Es el partido que más alegría me da en esta temporada".

Y Ancelotti trasladó esas palabras a los hechos en el partido siguiente, de nuevo ante el Elche, en esta ocasión en Liga: Hazard fue titular, jugó 79 minutos en un partido en el que se mostró poco incisivo y que el Madrid terminó empatando (2-2), tras ir cayendo por 0-2. La montaña rusa del belga duró lo que duró, y el curso de los acontecimientos le devolvió a su lugar: el banquillo.

Así, Hazard ha sido suplente en los seis últimos encuentros del Real Madrid, de los cuales solo ha tenido minutos en cuatro: 25 frente al Granada, 8 en Vila-real, otros 8 en París y 5 en casa ante el Alavés. Apenas 46 minutos en total. En Vallecas, con el Madrid necesitado de un gol de forma urgente, Ancelotti no pensó en él, y sí en Rodrygo. Pese