FÚTBOL Mercado de emergencia

Santi Giménez

El mercado del Barça, como todo lo que pasa en este club, se sustenta más en las expectativas que en el peso real de las operaciones. En este sentido, la épica del último momento es un argumento imbatible. Hace tres temporadas a nadie se le podía pasar por la cabeza que fichar a Aubameyang era una operación que podía celebrarse pasada la medianoche con el puño en alto, pero así están las cosas en el Camp Nou. El dramatismo del último momento aporta una inyección de autoestima que convierte un parche de urgencia en una victoria memorable como colofón a un mercado invernal en el que el Barça ha tratado de incorporar piezas para tratar de solventar una situación preocupante. El equipo está obligado a acabar por loo menos cuarto en la tabla para poder jugar la próxima Champions.

Para conseguirlo se ha incorporado a cuatro jugadores de los que sólo uno parece ser estratégico y tener cierto recorrido en un proyecto de futuro: Ferran Torres, por el que se ha pagado 65 millones. El resto son jugadores coyunturales que vienen a remar y que mejoran la plantilla, lo que da una idea de cómo está la plantilla. Alves, a pesar de sus 38 años es un jugador que mejora el paupérrimo nivel del equipo en el lateral derecho, pero de ningún modo parece un futbolista con recorrido. Adama regresa como cedido para tratar de dejar de jugar con niños en los extremos, pero nunca fue un objetivo prioritario de la entidad. Y por último, Aubameyang, el plan B al deseado Morata que es una incógnita por rendimiento y edad y que parece tener más pasado que futuro, pero que responde a la imperiosa necesidad de comprar gol como sea después de la nueva lesión de Ansu.  

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