Final alpina en Múnich

El Bayern se juega esta noche la temporada. Eliminado de la Pokal y, a la vez, sin saborear la que apunta a ser su décima Bundesliga consecutiva, el conjunto muniqués sabe de sobra que será su andadura en Champions la que decidirá si Nagelsmann termina su primera temporada en el Allianz con aprobado o suspenso (). Es consciente de ello su rival de hoy, el Salzburgo, que cruzará la frontera alpina que separa Austria y Baviera con un empate a uno de la ida en la mochila que le abre la puerta a los primeros cuartos de final de la élite europea en toda su historia. La diferencia es que el Salzburgo puede y, el Bayern, tiene que cruzarla.

Lo que sí comparten ambos equipos es la preocupación ante las incontables bajas en ambos lados. Los de Jaissle vienen de, dudas para el choque en la capital bávara a la que se unen las ausencias seguras de Okafor, Onguene y Sesko por molestias físicas. El que sí estará sobre el verde bávaro será Adeyemi, jugador diferencial de los austríacos que quiere poner a prueba que el Bayern se equivocó cuando le largó de su cantera por falta de disciplina. Es la principal amenaza para una zaga muniquesa a la que, partido tras partido, se le siguen viendo las costuras.

Es un mar de dudas el Bayern en general. Tan solo logró imponerse en dos de los últimos cinco partidos, entre los que destaca la. No logra Nagelsmann dotar de estabilidad a un equipo que sufre de lo lindo en transiciones rápidas, algo que los de Jaissle dominan a las mil maravillas. Todo apunta a que Neuer vuelva a ocupar la portería tras su intervención en la rodilla, pero piezas clave del esquema como Davies, Goretzka o su sustituto Tolisso siguen sin entrar en liza.

En Múnich, dos jugadores están bajo lupa. Atrás, todo apunta que volverá