Festín goleador del Chelsea

A pesar de las acusaciones sobre Abramovich, a pesar de la venta del club, a pesar de las dudas sobre el futuro del equipo, a pesar de los pesares… el Chelsea sigue ganando partidos. Y eso es lo que necesita su entrenador, Thomas Tuchel, que en su visita a Turf Moor salió más que reforzado. El alemán volvió a dejar en el banquillo a Lukaku y escogió a Reece James y Saúl para abrir las bandas. Una decisión que valió por cuatro goles y tres puntos que afianzan a los londinenses en el tercer puesto de la Premier League.

Pero el que salió con más brío en la primera mitad fue el Burnley, que jugó de local y obstruyó durante 45 minutos el juego de los mediocampistas 'blue', Jorginho y Kanté, a los que les costó crear grandes ocasiones de gol para su equipo. Los 'clarets' llegaban con más asiduidad a la meta de Mendy, que midió mal en una salida y estuvo a punto de recibir el primer gol de la tarde. McNil se encontró con el balón y toda la portería para él, pero desperdició la ocasión.

El fallo de McNil pesaría mucho al Burnley, que recién comenzado el segundo envite encajó tres goles en cuestión de siete minutos. Primero fue Reece James, que mareó a su par amagando en dos ocasiones el disparo y acabó cruzando el balón lejos del alcance de Pope. El lateral derecho, lesionado hasta hace una semana, participaría en dos goles más y se convertiría en el hombre del partido, junto a Havertz.

«El hombre de las finales» jugó de nuevo como referencia en ataque y cumplió su misión. Apenas cinco minutos después del gol de Reece James, Havertz se elevó por encima de la defensa Claret y conectó un pase de Pulisic para anotar de cabeza. No tuvo que esperar muchos minutos para ver puerta de nuevo, porque a la siguiente jugada lograría el tercero