F1 | Clasificación en Australia: El show acaba en el muro

La nueva Fórmula 1 solo ha traído cosas buenas: Red Bull y Ferrari están parejos delante, Mercedes ya no arrasa ni aburre y Alonso puede marcar la diferencia en una zona media igualada a la décima. Parecía un sábado perfecto del asturiano, siempre en el top-5 y entrometiéndose en lo que parecía territorio Max, Charles, Carlos o Checo. Se debió divertir con una montura velocísima en este nuevo Albert Park, ahora más cercano a Yeda que a Mónaco. Voló en Q1 y Q2 y marcaba el récord del segundo sector en la Q3 cuando se estrelló contra la barrera de neumáticos después de perder el control en la grava de la curva 11. No fue un error de piloto, este no los comete: un fallo hidráulico le impidió reducir marchas al frenar y el aficionado despertó del sueño en esta tarde de desfase horario en Melbourne, o madrugada española. La fiabilidad, una vez más, borra del mapa a Fernando.

Para mala fortuna, el choque obligó la salida de una bandera roja justo cuando Carlos Sainz hubiera cruzado la meta. Su tiempo le habría valido fácilmente para salir segundo o tercero, pero desapareció de la clasificación. Como si no fuera suficiente, en el garaje se retrasaron antes de su último intento y no pudo dar las dos vueltas de calentamiento a las que todos recurrieron en Australia. En resumen: entre problemas, que deberán explicar en Ferrari, Sainz fue noveno en la parrilla en un ‘rush’ final decepcionante. Mientras Leclerc, que preguntaba por Carlos a sus ingenieros, marcaba la pole con dos décimas de ventaja sobre Verstappen y Pérez, teóricos favoritos. El líder del Mundial se marcha y Sainz, sin falta de prestaciones para descolgarse, le verá salir desde lejos.

El accidente más cómico entre canadienses

En la Q2 no hubo sorpresas y en la Q1