Épica del Genoa tras un golazo de Dybala

«El fútbol quita, el fútbol da», sentenció Mimmo Criscito tras 90 minutos locos. El capitán del Genoa, equipo al que llegó hace 20 años, firmó sobre la bocina el penalti que valió una victoria sobre la Juventus que deja a los rossoblú con vida en la lucha por la salvación, a un punto de la Salernitana y con un partido más. Lo hizo otra vez en el descuento justo bajo el fondo en el que, hace una semana, había errado el de la posible victoria en el derbi con la Sampdoria.

Fue el momento más emotivo de un enfrentamiento que la Vecchia Signora había controlado sin demasiados apuros hasta el minuto 87'. Con un Vlahovic otra vez apagado (cero goles en los últimos tres encuentros), se encargó Dybala de romper el partido. El argentino se sacó de la chistera una rosca desde lejos con su pierna mala, la derecha, que valió un tanto histórico para su carrera. Con este, suma 15 goles en este curso y, sobre todo, 115 con la camiseta juventina, los mismos que el mismísimo Roberto Baggio. Poco después, rozó un espectacular doblete con otra rosca, esta vez con su zurda. Detalles que siguen aumentando las dudas sobre la decisión de dejarle marchar gratis.

Allegri, pensando en la final de Copa del miércoles, empezó a hacer cambios, quitando al argentino, a Vlahovic, a Arthur, a Cuadrado y al joven Miretti, que disputó otro partido positivo. Uno de los revulsivos, Aké, forzó un penalti cancelado (con razón) gracias al VAR, mientras que Kean, después, falló increíblemente un mano a mano para el 0-2. Ahí renació el Genoa: Gudmusson puso las tablas en el 87', aprovechando un gran pase de Amiri. En un Marassi calentísimo, el inevitable arreón tuvo sus frutos cuando De Sciglio tumbó de mala manera a Yeboah en el área. Criscito tuvo el carácter (él