El milagro de St. Gilloise

Imagina por un momento una temporada en la que el Rayo Vallecano acabe de subir a Primera división y termine la liga primero. Eso es lo que ha pasado en Bélgica este año, con el Royale Union St. Gilloise, un club de un barrio a las afueras de Bruselas, habiendo terminado la liga regular en el primer puesto. Ese matiz, regular, es el que todavía no ha hecho campeón a este humilde club. Ahora debe afrontar una fase final de la liga a seis jornadas junto al segundo (Brujas), el tercero (Amberes) y cuarto (Anderlecht). Un reto para el que el Royale Union se ve preparado. «El equipo lleva varios años trabajando juntos, el bloque no ha cambiado durante años y esa es la base del éxito», explica Álex Millán al Diario AS.

Álex Millán llegó con 16 años desde el Zaragoza a la cantera del Villarreal. Tras una gran temporada con el filial amarillo le llovieron las ofertas de Segunda pero dice que «en el fútbol, el futuro nunca se sabe» y en agosto firmó por el Círculo de Brujas. «La adaptación al principio es difícil, pero los compañeros me lo han hecho siempre más fácil. Físicamente me costó adaptarme por ser nuevo en la liga. Aquí trabajan de otra manera. Ni más ni menos, diferente», afirma.

Tras un inicio de temporada bueno en los que marca tres goles en sus seis primeros partidos, deja de jugar tanto y, por tanto, de marcar. La racha en liga fue de cinco puntos de treinta y seis posibles. El equipo reaccionó con un cambio de entrenador que dejó de confiar tanto en Álex, pero aquellos buenos partidos en septiembre habían enamorado al Royale Union St. Gilloise, que en aquel momento ya era el líder: «La oferta no la podía rechazar».

En Bruselas, el club le ha proporcionado una casa en la que vive solo, aunque sus padres y amigos pueden