El Madrid lleva su crisis al Palau
El sexto Clásico de la temporada no parece el escenario ideal para que el Madrid levante cabeza y , sino para que se embarre más ante su bestia negra; pero cosas más imprevistas se han dado. Los blancos ganaron en la Supercopa en Tenerife y, desde entonces, cuatro derrotas frente a los azulgranas, la última en la final de Copa hace mes y medio. Y la racha es aún más negativa si ampliamos la horquilla a la llegada de Jasikevicius, un 10-3 culé en las dos campañas que lleva en el banquillo el lituano, que aún no ha perdido en el WiZink Center (6-0), aunque esta vez el pulso será en el Palau.
El Barcelona atraviesa un periodo de entreguerras, a la espera de arrancar en nueve días el playoff de cuartos de la Euroliga ante el Bayern, aún sin Brandon Davies y también sin Higgins ni Oriola. El jueves, en un duelo en el que no le iba nada, dio descanso a Kuric y Laprovittola y fue vapuleado por el Maccabi (80-104). Ahora sí le va algo: hundir más a su eterno rival y dar un zarpazo definitivo en la lucha por el primer puesto. En caso de victoria, tendría tres de ventaja a siete jornadas del final de la fase regular. El Real seguiría en la pelea por la segunda plaza, pero, con el Valencia, el Joventut y el Manresa por ahí, viajaría solo un triunfo por delante del quinto puesto.
La imagen final el viernes ante el Bayern fue la de y algo debía pasar. La exclusión de Heurtel y Thompkins puede hacer reaccionar al grupo, a uno que ha perdido en seis de las últimas nueve jornadas ligueras. En la ida, por aquello del average, el Barça se impuso por 75-85 el 23 de enero. Ese día el Madrid entró en barrena y aún sigue (15 derrotas contando aquella en 26 partidos). Abalde ayudará en el puesto de base a Llull y Williams-Goss, y a ver Juan