El Lugo homenajea a sus capitanes ante un Málaga que da lástima

Como no podía ser de otra forma el Málaga volvió a perder. Nada nuevo en una temporada vergonzosa en la que se ga salvado porque sus oponentes se desfondaron. En realidad venció el único que de verdad puso empeño en agradar a su parroquia. Un buen Lugo que quiso despedir a su entrenador, Rubén Albés, y a sus queridos capitanes (Pita, Iriome y Seoane) con una victoria que le consolida como un clásico en la división de plata.

Jornada de despedidas. Las del Lugo muy especiales. Adiós de Rubén Albés, un entrenador con un futuro interesante. También de Carlos Pita (recordado en Málaga por un golazo de falta en el minuto 103), Seoane (todo entrega y corazón) y el canario Iriome (en su día estuvo en la órbita nada menos que del Milán). De los adioses malaguistas no podemos decir lo mismo. Habrá cirugía tras una temporada penosa. Bisturí y limpieza necesaria.

Un partido felizmente intrascendente para dos equipos salvados del descenso. En el caso del Málaga con pena y sin gloria. Su afortunada permanencia solo fue debida a que Amorebieta y Sanse se ahogaron en la orilla. El Lugo se convierte en el decano de la categoría (undécima campaña) tras el descenso del Alcorcón. El Málaga va camino de serlo si no le da por irse a Primera RFEF si continúa haciendo las cosas así de mal.

El evento fue todo lo entretenido que suele ser uno de pretemporada. Pablo Guede, entrenador malaguista, quería ver intensidad entre su tropa para tratar de calmar el monumental enfado de la afición por una campaña infumable. Es un técnico que contagia carácter y que va a liderar un nuevo proyecto de reconstrucción del que no formarán parte la mayoría de estos jugadores. Muchos de los cuales, cuando regresen a sus equipos de cesión, lo van a tener crudo por lo