El incendio de un altavoz del pabellón asusta a Toronto

Los Raptors sacaron un triunfo en casa en el que la diferencia en el marcador no tuvo nada que ver con lo que tuvieron que sudar para conseguirlo. 131-91, sí, cuarenta de distancia con los Pacers, pero con un retraso inesperado que provocó la inquietud en el ScotiaBank Arena y en los jugadores de los dos equipos. El encuentro se retrasó una hora y diez minutos después de que, durante el segundo cuarto, se incendiara uno de los altavoces del pabellón.

Los aficionados tuvieron que ser evacuados del recinto. Es una situación todavía más dura en Toronto que en otras ciudades de la NBA, ya que las restricciones de la ciudad han sido severas para protegerse del coronavirus y los Raptors han tenido que jugar, además de estar exiliados en Tampa toda la temporada pasada, sin aficionados durante más de tres meses debido a la nueva variante. Pudieron volver progresivamente cuando se solucionó el incendio, pero no lo hicieron al completo. Los presentes se marcharon del parqué y fue momento para que intervinieran los bomberos de la ciudad. Dos empleados del pabellón usaron arneses para colgarse del techo y extintores para cortar el fuego. Media hora despuñes el balón volvió a estar en juego.

Los Raptors dominaron la noche después de este imprevisto. El encuentro se detuvo cuando faltaban 4:05 minutos para llegar al descanso. No lo hizo con todos: Fred VanVleet, por ejemplo, no regresó a pista viendo que la distancia ya rondaba los treinta puntos. Los Pacers no comparecieron ni antes ni después de este extraño suceso que alteró una noche más bien plácida.

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