¿El Ferrari es de verdad?

Cuando un coche brilla en pretemporada, se arriesga a no estar a la altura de sus propias expectativas en la primera carrera del año. Lo sabe bien Ferrari, que en 2019 mostró un monoplaza ilusionante en los test, un campeón de invierno, que se diluyó de camino a Australia y debió soportar ocho dobletes de Mercedes al iniciar la temporada. No ganó carreras hasta el final del verano, así que el curso se hizo largo para el garaje de Binotto y compañía. Pero sí, el F1-75 de Sainz y Leclerc gustó, y mucho, en los pasados entrenamientos de Barcelona.

Los datos de GPS y el interés de los equipos rivales lo destacaron como el más rápido sobre el asfalto de Montmeló, con una evolución enorme en la unidad de potencia, pero eso no quita que Mercedes y Red Bull llevasen al Circuit ejemplares con desarrollo por delante y se tomasen las pruebas con cierta relajación hasta el viernes, cuando Hamilton, Russell, Verstappen y Pérez sí se probaron con los neumáticos más blandos de la gama de Pirelli y firmaron los mejores tiempos.

Esta semana, de jueves a sábado (10 a 19, hora local; de 8 a 17 horas CET en Dazn F1), los monoplazas vuelven a la pista. En esta ocasión será en Bahréin, con unos test televisados para el gran público al que los fabricantes acudirán con evoluciones. Los coches se parecerán mucho a los que ocupen la parrilla del GP de Bahréin del 20 de marzo, porque habrá muy poco tiempo para introducir mejoras de peso. Se espera un paquete nuevo de Mercedes, ese coche de cintura fina, y muchas piezas en el agresivo Red Bull ‘hueco’ ideado por Adrian Newey. Pero el Ferrari también tendrá actualizaciones en Sakhir. Las condiciones cambian, del invierno europeo al clima desértico del Golfo.

Del ‘porpoising’ a Fittipaldi

Delante, tanto