El Espanyol, en un oasis

Acostumbrado a vivir en una montaña rusa, a menudo más momentos de vértigo y sufrimiento que de celebración, atraviesa el Espanyol estos días por un remanso de paz. Y no porque este fin de semana hubiera parón de Liga. El oasis en medio del desierto obedece a diversos motivos, que afectan desde el primer equipo al Femenino pasando por el fútbol base. Incluso a nivel institucional, tras un inicio de 2022 convulso en cuanto a resultados y por el terremoto que siempre producen las especulaciones sobre una posible venta de la entidad.

Con la permanencia prácticamente asegurada, al menos virtualmente, el conjunto de Vicente Moreno afronta la recta final de LaLiga, que comenzará el lunes 4 de abril frente a la Real Sociedad, en Anoeta, tras un parón en el que el RCDE Stadium no ha descansado precisamente, ya que el pasado sábado albergó un partido de selecciones entre España y Albania (2-1), en que registró su mejor entrada de la última década, 35.444 espectadores, con repercusión internacional tanto a nivel futbolístico como de imagen de marca.

Pero, desde el punto de vista meramente deportivo, el fin de semana ha resultado provechoso en otras categorías. Empezando por un Espanyol B que afianza el liderato en su grupo de Segunda RFEF que ya había alcanzado siete días antes, y que queda respaldado por su triunfo ante el Lleida Esportiu (2-1), que se convierte en su cuarta victoria consecutiva, unida a la abultada derrota del Teruel, segundo, por 6-0 en Terrassa.

Los jugadores del Espanyol B celebran el gol de Villahermosa ante el Lleida.RCDE

50 puntos suman los de Luis Blanco, por 45 del Teruel y 44 del Numancia. El impacto de figuras emergentes como Jofre Carreras, Rubén, Roger o el capitán Villahermosa está siendo brutal, en una