El Inter protagonizó el cuarto octavo de final de la Copa italiana que necesitó 120 minutos para nombrar a un vencedor. Los nerazzurri sufrieron mucho ante un gran Empoli, que estuvo a un paso de una hazaña histórica y se rindió solo cuando ya no tuvo energías para reaccionar.
Simone Inzaghi decidió hacer rotaciones, y que la noche iba a ser complicada lo entendió enseguida. Correa se lesionó en el muslo izquierdo en el comienzo del choque y en su lugar entró Alexis, que confirmó su momento de enorme forma aprovechando un centro de Dumfries con un testarazo perfecto, el del 1-0. Los milaneses rozaron el segundo tanto varias veces, pero se toparon con el guardameta rival Furlan.
Los de Andreazzoli, no obstante, son una de las sorpresas de este curso, y cuando el técnico sacó del banquillo a Henderson, Ricci y, sobre todo, Bajrami, el partido cambió. El albanés tomó las riendas del equipo, que creció con el paso del tiempo y puso las tablas gracias a una gran jugada suya. El 10 controló con el pecho un centro de Asllani y definió con un preciso remate. Los toscanos siguieron empujando en busca de la remontada. Primero forzaron un penalti (que no era) cancelado por el VAR y después, consiguieron el 1-2 con un testarazo de Cutrone que golpeó el larguero y el gemelo del desafortunado Radu.
El Inter, con un nunca visto 3-4-3 (Inzaghi también lanzó a Dzeko) firmó el 2-2 sobre la bocina de la manera y con el hombre menos esperados: una hermosa tijera de Ranocchia en el 91'.
El gol decisivo, el del 3-2, fue todavía más sorprendente. Stefano Sensi, que en este curso sumaba apenas 170 minutos, saltó al campo para la prórroga y en el 104' con un preciso disparo batió a Furlan, celebrando su primera alegría de este año justo antes de
Read more on en.as.com
en.as.com
