El chollo arbitral del Barça

Tomás Roncero

Cuando Hernández Hernández pita al Barça sabemos que estas cosas pueden pasar (¿recuerdan los dos penaltis imaginarios que señaló contra el Eibar en el Camp Nou en una jornada con el título en juego en 2017?). Más todavía si en el VAR está De Burgos Bengoetxea. Digamos, para ser generosos, que a los azulgranas les suele ir muy bien en las decisiones arbitrales cuando ambos son los encargados de dirigir sus designios. Errores a favor del Barça se les recuerda a manos llenas. Errores en contra, con los dedos de una sola mano y te sobran bastantes... Cuando Barragán toca el balón con el brazo de forma involuntaria, el VAR olvida que viene de un golpeo de Memphis… también con la mano. Cuando Hernández fue a verlo en la pantalla del VAR ya sabíamos el desenlace. El canario siempre ha dado la razón a las sugerencias del VAR… con una curiosa excepción. El claro penalti de Felipe en el Wanda en el derbi madrileño del año pasado que valía una Liga. El de Lanzarote desdijo al VAR (González González) y salvó al Atleti de la derrota (1-1). A la postre, eso les dio la Liga a los del Cholo.

Lo peor llegó en el partido de Elche minutos después de lo de Barragán, con la mano clara de Jordi Alba. El canario ordenó sacar el córner rápidamente, como deseando que no hubiera margen para ir a ver la pantallita amiga del VAR para ver lo que no quería ver. La afición del Martínez Valero, con toda la razón, rugió de rabia. Se puede ser un club modesto, pero no tonto. Se notó demasiado que había muchas ganas de tirarle un flotador al Barça de Xavi para que mantenga su racha triunfal y ese penalti de Jordi Alba era incómodo, cortaba de raíz la fiesta. Mejor mirar para otro lado. Total, que Francisco, técnico ilicitano, se enervase y se