El brote en el Real Unión, otra amenaza para el Deportivo

La COVID parece ser lo único capaz de frenar el ritmo imparable del Deportivo. Y ni siquiera en sus propios jugadores, que de momento lo están esquivando, sino de forma indirecta en sus rivales. El equipo blanquiazul descansa tras el aplazamiento del partido ante el Racing de Santander y ya mira al Real Unión, próximo rival. Aunque con reservas, ya que el equipo vasco tuvo que aplazar también su partido al detectar once positivos en su plantilla.

De esta forma, el brote en el equipo de Irún supone una nueva amenaza a la marcha del Deportivo. El encuentro está fijado para el próximo sábado a las 19:00 horas en Riazor. En principio, una vez cumplida la cuarentena, el Real Unión no debería tener problema para presentarse en la ciudad herculina. Pero habrá que seguir de cerca la evolución de los positivos para ver si aparecen nuevos casos que obliguen a prolongar el aislamiento.

El fin de semana de descanso le va a venir bien al Deportivo para recuperar a sus jugadores después de haber jugado dos partidos en 72 horas y haber cientos de kilómetros en autobús en pocos días. Además de la fatiga y los tocados, Borja Jiménez cuenta con cuatro jugadores lesionados y espera recuperar a alguno para ese duelo con el Real Unión.

Pablo Trigueros está descartado después de la rotura fibrilar que sufrió ante el DUX, mientras que Álvaro Rey debería incorporarse al grupo a lo largo de la semana. Todavía no hay parte médico sobre la lesión de Víctor García y habrá que ver cómo evoluciona Diego Aguirre. El Depor lo aisló al presentar síntomas compatibles con el coronavirus y, aunque dio negativo, seguirá apartado unos días por precaución. Mañana lunes, el equipo empieza una semana de trabajo con cuatro entrenamientos.

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