Ducati tiene "mucha más ventaja"

Las cartas nunca están sobre la mesa cuando hay algo importante en juego. En MotoGP eso sucede año tras año, la pugna por el título convierte los desarrollos y elementos de las monturas en un secreto de sumario, que ni siquiera se puede desvelar una vez concluida la trama. Por ejemplo, Honda ha destripado todo el interior de las RC213V que lucen en el museo de Cervera en honor a Márquez y al igual que la marca del ala dorada, del mismo modo han actuado el resto de fábricas que han distribuido alguna de sus motos fuera de su sede oficial, especialmente en una actualidad, donde los elementos electrónicos juegan un papel fundamental.

Sin embargo, en el caso de Ducati, no solo han cuidado la centralita única que se introdujo en el Mundial desde 2019, sino que han mimado y protegido todos y cada uno de los elementos que forman una Desmosedici que se percibe como «la moto perfecta» en la actualidad. Es complicado encontrar alguna debilidad en el prototipo italiano, de hecho, solo fueron cinco grandes premios en los que la GP21 se ausentó del podio durante todo el curso anterior, y por si fuera poco Bagnaia aseguró que la montura de 2022 «ya está para correr» sin ni siquiera haber comenzado la temporada. La montura de Bolonia ha sido capaz de ser competitiva junto a todos los pilotos que ha puesto en su manillar en los últimos tiempos, incluido un Andrea Dovizioso que se bajó del barco hace dos temporadas por una oferta de renovación que no le resultó convincente.

Después de tres subcampeonatos consecutivos y un cuarto en la general de 2020, el italiano optó por tomarse un año sabático en el que la Desmosedici conquistó siete victorias, firmó más podios que nunca (24) y encontró en Bagnaia el sustituto ideal a un Dovizioso, que