Dos palabras sobre Mbappé: 'tranqui-tic', 'tranqui-tac'

Joaquín Maroto

Las noticias sobre Mbappé arrecian cada día. Unos dicen que viene en junio, otros que no viene y otros que, de venir, ya vendrá tras el Mundial de Qatar. Pensé que sobre Kylian ya había salido todo. Pero no. Según 'The Times', el Real Madrid le habría dado un ultimátum a Mbappé en forma de oferta con fecha de caducidad. No son mis noticias.

Mi información es que Mbappé ya ha renunciado a seis ofertas de renovación de su club y que si aún no es jugador del Real Madrid es porque el PSG rechazó el pasado 26 de agosto 180 millones por su traspaso, una oferta que, es evidente, se hizo con el visto bueno del jugador. Vamos, que si es blanco, tiene plumas y dice cua-cua, seguramente sea un pato y no un cocodrilo.

Lo curioso del culebrón Mbappé es que todo el mundo habla, menos el propio jugador y el Real Madrid. Y así va a seguir siendo por lo menos hasta que pase la eliminatoria de Champions. Y posiblemente, también después. El Real Madrid ha vuelto a la política de 'Zidanes y Pavones', que en su versión 5.0 es 'Mbappés y Antonios Blancos'. El plan del club es crecer con el fenómeno francés, incorporando poco a poco a los mejores en las posiciones estratégicas mientras saca de la cantera lo demás. En lo estratégico encajan Mbappé y Haaland, cuando toque. Mientras tanto, ciñiéndome a los hechos conocidos y aquí reflejados, sólo tengo que decir dos palabras: 'tranqui-tic', 'tranqui-tac'.

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