Dembélé, abucheado sin jugar

y decidió finalmente dejarlo en el banquillo, pese a que el entrenamiento del viernes probó en el partidillo con una delantera formada por el francés en la izquierda, junto a Torres de 9 y Adama en la derecha. Al final se decantó por Gavi en detrimento de Ousmane y, visto lo visto, parece claro que la decisión fue la correcta.

Y no solo porque Gavi completara un gran partido, con gol incluido, sino que la gente venía al Camp Nou 'calentita' con Dembélé y con ganas de demostrarle al francés su absoluto desacuerdo con la forma en que ha gestionado su futuro en estos últimos meses.

Cuando el 'speaker' empezó a nombrar uno a uno los jugadores convocados a través de los altavoces, ya empezó el 'run run' en las gradas, esperando que llegara el turno a los suplentes. Y cuando pronunció el nombre de Ousmane Dembélé se desató el infierno en el estadio, con una pitada monumental, que obligó al 'speaker' a no seguir pronunciando más nombre.

Era la primera señal que Xavi había acertado al dejar Dembélé en el banquillo. Cuando saltaron los suplentes a calentar, también se produjo una reacción de la afición, aunque mucho más tímida, ya que no se trataba tampoco de abuchear al resto de jugadores que acompañaban al francés en el rondo.

Afortunadamente para Xavi, y sobre todo para Dembélé, al final el técnico no necesitó recurrir a sus servicios, por lo que Ousmane se ahorró un auténtico mal trago. Y es que uno se pone las manos en la cabeza qué hubiera pasado en el momento que el delantero francés hubiera asomado la cabeza para calentar desde la banda y ya no digamos cuando hubiera salido el número 7 en el luminoso para señalar su entrada en el terreno de juego.

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