Dani Olmo, el cyborg catalán programado para ganar con España

Javier G. Matallanas

Dani Olmo parece un cyborg. En las ruedas de prensa apenas expresa sus emociones. En el césped siempre juega serio, siempre se perfila para ganar todos los balones y para buscar el gol y el triunfo. Dani Olmo es un futbolista programado para ganar. Su formación fue exhaustiva y espartana en Croacia, donde emigró de La Masía para triunfar. Le han perfeccionado sus mecanismos y circuitos en el Leipzig y cuando juega con España es una máquina de matar en el área. Le pega desde fuera sin pensarlo y siempre con peligro, utilizando su mira telescópica buscando siempre la escuadra. Dani Olmo ya dio el triunfo a la Selección en Georgia, dando un paso de gigante para llegar al Mundial de Qatar y en su Barcelona ha marcado otro chicharro para tumbar a Albania sobre la campana, provocando el éxtasis en la fiesta que fue el regreso de la Selección española a jugar en Cataluña.

Olmo enfocó su peculiar carrera, asesorado por la sabiduría futbolística de su padre, con el fin de triunfar en la Selección española. Cuando se fue al Dinamo de Zagreb con 16 añitos parecía una excentricidad y el tiempo ha demostrado que fue un gran acierto. En algún momento deberá volver a LaLiga, pero la Premier League puja fuerte por este futbolista excepcional. Su objetivo es ganar con España el Mundial. Dani Olmo es un cyborg catalán programado para ganar con España.

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