Courtois minimiza el ridículo

Antonio Romero

Ancelotti tendrá que estar eternamente agradecido a Courtois porque, de no haber sido por el belga, el descalzaperros táctico que montó el italiano se podría haber convertido en la peor derrota de la historia de los Clásicos en el Bernabéu. Ante la llegada en avalancha de los futbolistas del Barça, solo la figura gigante del mejor portero de la actualidad evitó un gigantesco desastre. Mientras que sus compañeros de campo no eran capaces de entender y llevar a la práctica el extraño planteamiento de su jefe, Courtois paró lo posible y alguna imposible e intentó con su actitud y su calidad buscar una reacción que nunca estuvo cerca de llegar.

La única lectura positiva que se puede sacar a un partido que va a dejar heridas de gravedad es que, teniendo un cancerbero como el que tiene el Madrid, te puedes presentar en cualquier campo y ante cualquier rival con todas las garantías. Además fue de los pocos que tuvo el detalle de no huir a la carrera para refugiarse en el túnel de vestuarios tras la debacle y se quedó agradeciendo el apoyo de los pocos e indignados aficionados madridistas que aguantaron estoicamente en sus butacas la humillación hasta el final. La mayoría recordará la presentación de Xavi como entrenador de primer nivel en el Bernabéu como un baño al eterno rival; unos pocos guardarán en la memoria con cierto alivio unas cuantas paradas del belga que pusieron un torniquete en una noche aciaga.

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