Chust invierte en su regreso al Madrid y la bala del Betis

Javier Sillés

Un futbolista es lo que es ahora, lo que le deja ser su entrenador y lo que la crítica valora, pero una mirada con luces largas siempre ofrece una perspectiva casi igual de relevante que lo que se piensa sobre él en este momento. Propiedad del Real Madrid, la cesión en el Cádiz incrementa su caché. La visita al Valencia, donde dio sus primeros pasos, prestigió todavía más su evolución. El partido demostró el gran posicionamiento defensivo en el área, la correcta colocación para abortar centros laterales (cinco despejes), la capacidad para salir a la cobertura de Espino en la izquierda y el buen pie en la construcción y cambios de orientación (cuatro pases en largo buenos) de Chust. Tiene maneras de defensa importante y ya luce entre los centrales de la Liga. Según datos de Olocip, es el sexto jugador de mayor valor en los duelos defensivos no aéreos. Como a casi toda la plantilla, la llegada de Sergio le ha hecho mucho bien. El Cádiz ha dejado seis veces su portería a cero en los últimos nueve partidos y ha pasado de ser el segundo peor equipo en contención defensiva (la capacidad de evitar el peligro rival) a estar casi en el podio de la competición.

Que un jugador del Betis sea el defensa más goleador de la Liga no es una casualidad. La naturaleza ofensiva del equipo de Pellegrini beneficia a un lateral izquierdo de su perfil, mejor en campo contrario que en el propio. Otro día más reveló su influencia atacante al lanzarse al espacio para recibir desplazamientos en largo, aparecer continuamente en zonas avanzadas e interpretar la ocasión perfecta para pisar el área rival. Osasuna sufrió las virtudes expansivas de Álex Moreno, una bala en la izquierda como demuestra el registro de casi 35 km/h de velocidad