Cabrera y el Espanyol se redimen

Feliz Año Nuevo. Así podrían haberse despedido perfectamente los pericos, una vez cosechada su primera victoria de este 2022 ante un Getafe que seguirá sin ganar a domicilio. Supera el Espanyol una suerte de final y una barrera psicológica que parecía indestructible, la de los 30 puntos, y respira lejos de un descenso con el que todavía flirteará Quique Sánchez Flores, tan estéril en su retorno al RCDE Stadium como Ünal, quien llegaba enrachado y se fue casi inédito.

“Recuperemos el orgullo”, rezaba la pancarta con la que la grada de animación recibió al Espanyol. Un ambiente de plebiscito, un penúltimo intento de reconciliación, la mano tendida de la afición a su equipo y Vicente Moreno. Que respondieron. Una redención que nadie mejor que Cabrera podía representar. Señalado en diversos goles recibidos en los últimos partidos, aunque titular a diferencia de Sergi Gómez, quien estaba indispuesto y propició la entrada de Calero, fue el uruguayo quien abrió el marcador. De cabeza, en un córner servido por Vilhena. Y lo celebró con efusividad, aunque sus mejores días los pasó en el Getafe, porque le pudo más la rabia contenida que su pasado.

Se encontraron cómodos los pericos pese a las dos líneas, de cinco y tres, que les plantó cerca del centro del campo Quique, quien no había pisado Cornellà desde su destitución al frente del Espanyol, en 2018. Y maniatados los azulones, plagados de bajas –Arambarri se unió a Cuenca, Aleñá y Damián Suárez–, hasta el punto de que Cabaco se hizo el 2-0 en propia meta, tras una formidable internada de Darder que Olivera había tratado de despejar sin éxito.

A pesar del resultado, 68 minutos tardó el técnico madrileño en agitar el banquillo, con la entrada de Sandro por Florentino, que segundos