Bilbao, más duro que París
Jesús Gallego
La Copa y San Mamés forman una ecuación de tercer grado que sólo los muy preparados son capaces de resolver y, a priori, se presenta como una prueba más difícil que la visita en dos semanas al Parque de los Príncipes. De entrada, aquí no hay vuelta y no habrá oportunidades de rectificar errores como en la eliminatoria de Champions. El Athletic está en una buena dinámica, convencido de que puede llegar en la Liga a puestos europeos y seguro de su competitividad en las eliminatorias, donde con Marcelino son infalibles. Además, van a tener el tremendo impulso de su afición llenando el estadio, no como en la exiliada y vergonzosa Supercopa de Arabia, cuando fueron abucheados en Riad.
El Madrid, por el contrario, llega con algunas dudas importantes que Ancelotti tendrá que calibrar mucho. La baja de un lateral izquierdo pondrá el foco en esa banda, donde la velocidad de los Williams puede sacar de quicio al improvisado sustituto. Aunque los brasileños han llegado a tiempo, es una incógnita cuánto les afectará la falta de descanso en un partido de exigencia máxima y pierna fuerte. Indudablemente, la ausencia de Benzema deja al equipo huérfano en ataque y lastrado en lo anímico. No es un panorama halagüeño, ni mucho menos, porque además el Athletic tiene bastante menos que perder que el PSG y no se guardará nada...
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