Benzema quiere el alta competitiva para jugar en París

Joaquín Maroto

Benzema está en ese punto indeterminado entre la baja médica y el alta competitiva. Por un lado, los médicos aún disponen de 24 horas para agotar el tiempo clínico medio de recuperación de una lesión muscular, 21 días. Por el otro, Karim tiene buenas sensaciones y tengo noticias de que ya le ha dicho al club y a su entrenador, Ancelotti, que quiere jugar. Este dilema no es nuevo, y suele resolverse a favor del futbolista. En otras palabras: salvo recaída sobre el césped del Parque de los Príncipes, el mismo día del partido, en el calentamiento previo al choque, creo que Benzema jugará en París. Otra cosa es que lo haga durante los 90 minutos.

El alta competitiva no la dan los médicos, como saben los que llegan a conocer un vestuario profesional. Es una decisión consensuada entre el jugador y el técnico, que debe medir si alinear a un futbolista recién salido de una lesión muscular es algo que ayuda o perjudica al equipo. Hemos visto esta situación en muchas ocasiones. Por ejemplo en el Atlético, con Simeone y Diego Costa. El brasileño, por cierto, tenía la misma avería que Benzema, localizada en el músculo isquiotibial semimembranoso de su pierna izquierda. Es una lesión puñetera. Porque afecta sobre todo al arranque de la carrera. Y ya sabemos que el área exige explosividad.

Pero Benzema ha trabajado duro durante los últimos 20 días, desde que se lesionara en Elche el pasado 23 de enero. Lo ha hecho junto a su recuperador de confianza, Juan Muro, fisioterapeuta de los Galácticos (trabajó en el Madrid de Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham) y de la Selección Nacional de España, primero con Lopetegui y ahora con Luis Enrique. Muro, especialista de reconocido prestigio, ha manipulado con precisión el isquio