Benzema nunca falla
Corría el minuto 92, cuando Rodrygo, que se había internado hasta la línea de fondo, buscó el pase atrás, donde encontró a Benzema. Y Karim, en su hábitat natural, el área, no perdonó justo en el momento en el que no debía hacerlo. A lo largo de los 90 primeros minutos, el francés había tenido hasta cinco claras oportunidades, pero en el momento de la verdad, Karim nunca falla: controló el balón, se lo colocó para soltar un zapatazo con su pierna derecha y ejecutó la secuencia. Era el tercer gol de los blancos. El que le daba la victoria después de una segunda parte antológica que arrancó con dos cambios tácticos obligatorios: introdujo a Rodrygo, quitó a Camavinga (el francés tenía ya una cartulina amarilla) y situó a Valverde en el centro del campo, donde el uruguayo se siente más cómodo por jugar habitualmente en esa posición en la selección charrúa. El plan anteriormente ejecutado también con éxito, le volvió a dar la razón a Ancelotti.
Al meter a Rodrygo, y regresar al 4-3-3, con el brasileño y su compatriota Vinicius en las bandas, faltaba la guinda del gol de Benzema. Tardó, pero llegó. , justo cuando se han cumplido dos meses de aquel aciago encuentro en el Parque de los Príncipes (15 de febrero): desde entonces ha participado en 10 encuentros con los blancos marcando un total de 15 tantos. Sólo se ha quedado sin marcar ante el Getafe (2-0) y el Clásico, donde fue baja por lesión muscular. En todos los demás dejó su huella, incluyendo dos hat-tricks clave en Champions ante el PSG y el Chelsea. Dos hat-tricks que pudieron ser tres si no hubiese fallado un penalti ante el Celta: ante el conjunto olívico anotó dos penas máximas y Dituro le detuvo un tercero. Aparte de eso, marcó otro doblete, mientras que Alavés,