Bale inicia su gira de despedida

BBH. Bale, Benzema y Hazard fue el primer ataque de la segunda era Ancelotti, invocación al pasado para poner en marcha el futuro. Duró un suspiro, como casi todo lo que ha emprendido Bale en el Madrid. El galés jugó incompletos los tres primeros partidos sin que apareciera aquel futbolista que hace nueve años compró Florentino. Desde el 28 de agosto no juega en el Madrid después de una lesión de rodilla, otra muscular, el coronavirus y unos problemas en la espalda que nunca aparecieron en un parte médico. La dolencia se le escapó a un Ancelotti acorralado por las preguntas de la Prensa. 145 días en blanco.

Todo en la estancia de Bale en el Madrid tiene tres cifras: sus goles (106), sus partidos jugados (254), los que se perdió (128) y los días de baja (594). Nunca llegó a disputar 50 encuentros por temporada ni alcanzó los 26 goles que hizo en su última temporada en el Tottenham antes de fichar por el Madrid.

Sus tres últimas campañas han acabado borrando sus buenos momentos. Aquel «Gales, golf, Madrid», exhibida coralmente por los internacionales de la selección británica, con un sonriente Bale en el centro de la pancarta, ha acabado cumpliéndose a rajatabla. Después de sus tres primeros partidos, jugó dos más con Gales en septiembre (180 minutos, tres goles) y regresó lesionado en una rodilla. No pudo acudir a la ventana FIFA de octubre pero sí estuvo en la de noviembre sin haber vuelto a jugar en el Madrid. Disputó 45' ante Bielorrusia y se lesionó de nuevo. Luego fue convocado ante el Atlético pero no salió del banquillo, pasó el coronavirus y finalmente aparecieron esas molestias en la espalda explicadas a duras penas por Ancelotti: “No está lesionado, pero no se siente bien”.

Hoy, a menos de seis meses de su salida