Así ha cambiado el Badajoz: al alza tras un infierno de impagos

El Deportivo visita este sábado a un Badajoz que poco se parece al que jugó en Riazor en la cuarta jornada. Entonces el duelo enfrentaba a dos de los favoritos al ascenso, una de las primeras grandes pruebas para los de Borja Jiménez, que recibían a un equipo que se había quedado a un paso de Segunda. Casi seis meses después, en el Nuevo Vivero tratan de recuperar la ilusión tras una grave crisis institucional y que ha marcado la temporada.

No está en mal momento el cuadro pacense, que acumula cinco jornadas sin perder y viene de vencer al Tudelano. El triunfo le sirve para espantar definitivamente la sombra del descenso e incluso pensar en engancharse al playoff, pero sobre todo permite mantener calmadas unas aguas que en enero y febrero bajaron más agitadas que nunca.

La plantilla explotó a comienzos de año con un duro comunicado. No sólo por la situación propia de los jugadores, sino por la general del resto de trabajadores: «La situación se hace insostenible. Al impago de las nóminas que nos pertenecen, se suman circunstancias que hacen muy duro el día a día. Hay compañeros que no pueden hacer frente al pago del alquiler de sus viviendas. Los responsables de material no cuentan con los productos de limpieza necesarios para lavar la ropa, teniendo que lavarla con el gel que dejan los árbitros».

El Badajoz cambió de manos, pero la llegada del nuevo propietario no fue recibida de buen grado. También hubo cambio en el banquillo. Se fue Cano y llegó Jove, aunque este no puede ejercer durante los partidos al no haber llegado a una cuerdo con su predecesor.

Y así, entre manifestaciones de afición y plantilla, con parones simbólicos incluso al inicio de varios encuentros, el Badajoz ha logrado tomar oxígeno en el plano