Al-Khelaïfi no se irá de rositas
FRANCIA
Las protestas públicas de Pochettino contra el árbitro y el comportamiento iracundo de Nasser Al-Khelaïfi en el palco del Santiago Bernabéu les pueden costar muy caro a ambos. La UEFA es poco condescendiente con este tipo de comportamientos. El artículo 51 del reglamento de la Champions recoge lo siguiente: «Las disposiciones del Reglamento Disciplinario de la UEFA se aplican en las infracciones cometidas por clubes, oficiales, miembros u otras personas que actúen en un partido en nombre de una asociación o club, a menos que el presente reglamentariamente estipule lo contrario».
Según dicho Reglamento Disciplinario, en su artículo 15, los jugadores y técnicos serán suspendidos con entre 1 y 15 partidos según la gravedad de la conducta. Las más leves, las de un partido, serían las sanciones por dos amarillas, juego brusco, protestas, insultos, conducta antideportiva y provocación. Se agravaría a dos partidos si se dirige lenguaje abusivo a un árbitro (las declaraciones de Pochettino podrían entrar en este terreno) o por provocar tarjetas. Con tres partidos se sancionaria un insulto al árbitro o una agresión a un rival. Y a partir de ahí, tendría una sanción de cinco partidos asaltar a un árbitro y hasta de 15 en caso de agredir a un colegiado. Todas estas penas pueden ser acumulables e ir acompañadas de multas.
Las declaraciones altisonantes, además, también pueden llevar una sanción dependiendo de la gravedad. A José Mourinho, por ejemplo, le cayeron cinco partidos cuando criticó a la propia UEFA, además de a los árbitros, después del famoso partido de semifinales de Champions ante el Barça que acabó 0-2 y con expulsión de Pepe. Recibió 20.000 euros de multa por sus críticas hacia el estamento arbitral y la UEFA.
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