Aunque apenas lleva dos años de carrera profesional, Carlos Alcaraz ha encontrado ya a su némesis, al oponente que mejor sabe cómo hacerle daño: Alexander Zverev. El alemán, de 25 años y número tres del mundo, le pasó por encima en sus dos primeros enfrentamientos, el año pasado en Acapulco y en Viena. Hace unas semanas se invirtió la tendencia, con una victoria aplastante del murciano en la final de Mutua Madrid Open, y este martes en Roland Garros, con el público de la Chatrier en su contra, el alemán recuperó el dominio con un triunfo incontestable por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (7) en 3h18 que aparta al prodigio de 19 años de su primera semifinal de Grand Slam y le mete a él en la quinta de su carrera, segunda consecutiva en París. Se enfrentará el viernes a Novak Djokovic o a Rafa Nadal. «Me he cagado en los pantalones», le dijo Zverev con humor, pero con cierta angustia aún en el cuerpo, a Corretja cuando le preguntó como fue capaz de cerrar el partido.