El fútbol viaja por debajo de la vida, pero a veces contribuye a alegrarla. El Eibar jugó la última jornada huérfano de Stoichkov, su goleador. Este no pudo actuar en La Rosaleda por el fallecimiento de su padre. El delantero de San Roque lleva 18 tantos y lidera la tabla de máximos artilleros junto con Stuani (del Girona, 5 de penalti) y Bastón (del Oviedo, también 5 desde el punto fatídico). Con cada tanto anotado en Málaga en el 1-3, los jugadores armeros sacaron una camiseta con el 19, el dorsal de Juan Diego Molina. «Esto es fútbol, pero lo importante es la vida, si le hemos podido dar una pequeña alegría dentro de la tristeza de estos días, misión cumplida. El objetivo era dedicarle la victoria a él y su familia y arrancarle una alegría», expone Rahmani.