Hay una historia aquí. Hay una rivalidad Bucks-Nets después de la semifinal del Este de la pasada temporada, en la que las lesiones destrozaron a los Nets y los Bucks sobrevivieron a un Kevin Durant solo y heroico para pavimentar su camino al anillo. Hay un cara a cara que lleva tres partidos esta temporada (2-1 Bucks) y tendrá un último capítulo, al menos hasta los playoffs, el 1 de abril. Hay un profundo peso en este tipo de duelos en el que se cruzan equipos que tienen opciones reales, muy reales, de ser campeones. Había una atmósfera de partido serio, grande, en Milwaukee, el hogar del campeón, el trono del rey. Incluso con Kevin Durant (no juega desde el 15 de enero) y Ben Simmons (sin fecha de reestreno para el reboot de su carrera) vestidos de calle, sin jugar. Y sin ellos, pero con un Kyrie Irving descomunal, ganaron los Nets (123-126).