Real Madrid-Betis Más homenaje que ensayo
Fue uno de esos partidos que sirven para mucho y para nada. La emoción que le faltó al juego asomó en la despedida de Marcelo, un lateral de época, un jugador para los dos lados del campo, lo que viene a ser un caballo con alas. También ensayó el Madrid, en tono menor, la obra que representará en París. Y el Betis intentó explicar sin demasiado éxito por qué la tabla y la Copa han hablado tan bien de él durante todo el año, pero aseguró la quinta plaza. La cosa acabó en un empate sin sal, pero entretuvo la espera sobre la decisión de Mbappé. Ahí anda la verdadera emoción de un madridismo en vilo. Aquella decisión de Griezmann que nos pareció un culebrón se ha queda en un corto en comparación con esta comedia que derivará en drama en una de las dos orillas.