La temporada de los Lakers ha llegado a su fin. Lo hará oficialmente el próximo 11 de abril ante los Nuggets, cuando concluya la regular season y acabe una tortura que ya solo será tal, tras una nueva derrota (esta vez ante los Suns) la victoria de los Spurs y la eliminación matemática también del play-in. Y ha sido así por muchos motivos: juego, sensaciones, el récord de 31-48 (que puede acabar siendo de 31-51), la imposibilidad de ganar más de dos partidos seguidos desde el 7 de enero y las siete derrotas consecutivas que arrastran. Hay que remontarse a esos últimos años de Kobe Bryant y el debut como entrenador de Luke Walton para ver récords por debajo de las 35 victorias, que son ya una menos del tope que los angelinos pueden ganar este curso. .