Eintracht y Cádiz en el Camp Nou, el Barça, que se ha vuelto de nuevo sorprendentemente frágil como si se hubiese convertido de pronto en calabaza, juega en el Reale Arena (21:30 horas) en medio de una atmósfera de precrisis que no contemplaba hace una semana (). Eliminado de la Europa League, y con el único colchón ya del partido pendiente contra el Rayo, llega a Donosti sin demasiado margen de error para asegurar un puesto entre los cuatro primeros, su triste y poco elevado objetivo de mínimos de la temporada que del último y acorralado Ronald Koeman. «En la Champions no se pueden esperar milagros (...). Además, quedar en alto ranking en Liga sería un éxito». Vaya, vaya...